domingo, 25 de mayo de 2008

DistinXión

Dado los demasiados compromisos protocolares que nos obligaron una y otra vez a posponer la ineludible visita al sitio Las Historias de Alberto Chimal, una buena noche nos propusimos terminar con los cadereos diplómatas y participar de su concurso mensual de minificción, encargándole al actor Jean Luc la representación plenipotencial.
¡Y a sorpresa no ha podido ser mayor y bastante se ha alborotado esta casa, inevitable consecuencia, por la distinción otorgada! Muchos fueron los que se dedicaron a celebrar ruidosamete, mientras que otros estudiaron la inverosímil puntualidad del accidente en su acontecer: distinción anunciada en Mexico el Día del Trabajo (1 de mayo vulgar), recibimos la noticia, aún inmediatamente y gracias a que nuestra tierra no deja de rotar ni fugarse, el Día del Ocio (2 de mayo vulgar) en Ubuenos Aires.



A continuación reproducimos la (incluso polémica) allox solución imaginaria (adaptación trastocada del pulp transmitido por Radio Polonia aún antes de su inminente publicación) premiada:

Mientras el resto de los Exiliados Atómicos lograba la velocidad delfín del pez que bucea el interior de la tierra, Tedio se dedicaba a realizar mínimos aportes tangenciales esperando lograr el equilibrio necesario y recuperar los diamantes perdidos. Ganar tiempo era fundamental para él, que estaba convencido de alcanzar el sismo que vendría a colocar la pista fatal y el anhelado tobogán. También a acomodar la misma falla que debería transitar para llegar a la tienda oracular, donde la enigmática Isabella Nu no se presentaba aún pero ya se la podía sospechar… intuir su melena encrespada por la sal marina y su silueta, iluminada por una luz distinta. Incluso, sin duda el silencio era su capacidad, se la podía llegar a adivinar (aunque adivinar no es una palabra feliz aquí) maquillándose lentamente bajo un spot o carbunclo.Al bajar, ella se adelantó y los saludó con una ancestral reverencia.Ahí estaba la increíble fiera cuya armadura carnal quedaba atenuada por el pareo zoológico que la envolvía: dos o tres jirafas nocturnas estirándose hacia unos saturnos verdes (¿o serían sus pechos?), la láctea vía de la diosa Nut.
–Nadie despierta solo.
Abrieron los ojos y fantasearon la aparición de Venus. Pero era Isabella la que, sobre la mesa geomántica, se inclinaba frente a ellos. Y al dejar deslizar su pareo de esa manera mostraba el bien que pretendía ocultar: su bellísima piel de cobre androide.

Por Jean Luc

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